El arte de la guerra es un antiguo tratado chino sobre estrategias y prácticas militares, escrito por el general Sun Tzu, que se fundamenta en principios de la doctrina taoísta. Explica al detalle los preparativos previos a la guerra: estrategias de engaño, disposición de las tropas, armamento necesario, etc., pero también cómo vencer al enemigo sin tener que llegar al enfrentamiento directo, simplemente imponiendo una moral dominante, desconcertando e infundiendo miedo.
Considerada una obra maestra sobre la táctica y planificación, ha sido frecuentemente mencionada por generales y teóricos como Maquiavelo, Napoleón y Mao Zedong. Algunas de las enseñanzas fundamentales del libro son que lo ideal es vencer sin luchar y que la guerra se basa en el engaño y la confusión del enemigo. Asimismo, se destaca la importancia de saber ajustarse a las condiciones, ser capaces de defender las ventajas, aprovechar las oportunidades y tener claridad de visión y un sólido liderazgo.
En la actualidad es de gran influencia en la política, los negocios, los deportes y, por supuesto, la guerra.
Características del libro:
Información adicional
Isbn: | 978-84-18145-03-2 |
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Nº de Páginas: | 96 páginas |
Dimensiones: | 12 x 19 cm |
Formato Portada: | Rústica |
Lee un Avance de este libro
Si no conoces las bases, los cimientos, que hacen que este libro sea una obra maestra del género, te animamos a que empieces a leer el avance que te hemos preparado en la página virtual de abajo. Haz scroll. Ahí encontrarás un breve prólogo que te dará algunas pinceladas sobre lo que vas a descubrir a lo largo del libro, al tiempo que va a reactivar en ti el interés por esta magnífica pieza.
A continuación, podrás disfrutar de los primeros capítulos, para que así, de primera mano, te des cuenta de la dimensión de la obra que vas a comenzar.
¡FELIZ LECTURA!
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Prólogo
El arte de la guerra es un antiguo tratado chino sobre estrategias y prácticas militares escrito aproximadamente en el siglo V a.C. por el general Sun Tzu, que se fundamenta en principios de la doctrina taoísta. Explica al detalle los preparativos previos a la guerra: estrategias de engaño, disposición de las tropas, armamento necesario, etcétera., pero también cómo poder llegar a vencer al enemigo sin tener que llegar al enfrentamiento directo: simplemente imponiendo una moral dominante, desconcertando e infundiendo el miedo al enemigo. Es considerada una obra maestra sobre la estrategia, por lo que ha sido frecuentemente mencionada por generales y teóricos como Maquiavelo, Napoleón y Mao Zedong.
Algunas de las enseñanzas fundamentales del libro son que lo ideal es vencer sin luchar y que la guerra se basa en el engaño y la confusión del enemigo. Asimismo, se destaca la importancia de saber ajustarse a las condiciones, ser capaces de defender las ventajas, aprovechar las oportunidades y tener claridad de visión y un sólido liderazgo.
A partir del último cuarto del siglo XX, y en la actualidad es de gran influencia en casi todo el mundo en ámbitos tan dispares como la política, los negocios, los deportes y la guerra, pues algunos sugieren que las enseñanzas contenidas en El arte de la guerra pueden aplicarse fuera del ámbito militar. Actualmente, se utiliza como guía en programas de administración de empresas y liderazgo dedicados a la gestión de conflictos y la cultura corporativa. Numerosos hombres de negocios dicen haber encontrado maneras de resolver sus conflictos en las estrategias y tácticas descritas por Sun Tzu. En tiempos modernos el mundo se ha envuelto en competencias en los negocios, la política, el deporte e incluso en las artes y es necesario tener estrategias y preparación para vencer al enemigo, pues la guerra no es solo entre dos ejércitos. La forma ideal que nos enseña Sun Tzu a través de su Arte de la guerra es «vencer sin derramar sangre». A pesar de su antigüedad, se trata de un libro extremadamente moderno, que ayudará a reflexionar sobre cualquier tipo de problema y a plantear las estrategias necesarias para solucionarlo sin enfrentamientos, ya que el alma guerrera y competitiva de sus máximas y sugerencias perviven de forma preclara en el ámbito empresarial, académico, deportivo, político, diplomático e incluso personal.
—Juan José Marcos
“Lo supremo en el arte de la guerra consiste en someter al enemigo sin darle batalla.”
Sun Tzu
Capítulo I
TRAZAR PLANES
Según palabras de Sun Tzu:
El arte de la guerra es de vital importancia para el Estado.
Es una cuestión de vida o muerte, un camino o tao hacia la seguridad o hacia la ruina, hacia la supervivencia o hacia la aniquilación.
Por tanto, se trata de un asunto que se ha de estudiar con detenimiento, a fondo, y que no se puede descuidar bajo ningún concepto.
El arte de la guerra se rige, en consecuencia, por cinco factores fundamentales que se mantienen inmutables y quien desee establecer las condiciones para vencer en combate ha de tenerlos en cuenta durante sus deliberaciones.
Estos factores fundamentales son:
- La ley moral.
- El Cielo. (Las condiciones climatológicas).
- La Tierra. (El terreno).
- El comandante. (El mando).
- El método y la disciplina.
La ley moral hace que el pueblo esté en armonía con quien lo gobierna, de modo que sigan a sus dirigentes sin importarles sus vidas y sin que ningún peligro los haga desfallecer.
El Cielo significa el Ying y el Yang, la noche y el día, el frío y el calor, los momentos y las estaciones del año. La dirección de las operaciones militares en función del clima.
La Tierra comprende las distancias largas y cortas, la dificultad que implica recorrerlas, el peligro y la seguridad, el campo abierto y los desfiladeros angostos, así como las posibilidades de vivir o morir que nos ofrecen.
El comandante debe adolecer de las siguientes virtudes: sabiduría, sinceridad, benevolencia, valor y severidad.
Cuando se habla de método y disciplina se debe entender la organización del ejército en sus correspondientes subdivisiones, el escalafón de jerarquías entre sus oficiales, el mantenimiento de los caminos por los que se pueden transportar los suministros para el ejército y el control del gasto militar.
Estos cinco puntos deberían resultarle familiares a cualquier general. Aquél que los conozca obtendrá la victoria y quien los ignore será derrotado.
En consecuencia, es necesario hacer de esos cinco puntos los cimientos de cualquier comparación cuando se delibere tratando de establecer las condiciones militares y cuando se medite sobre temas como:
- ¿Cuál de los dos soberanos está más imbuido de la ley moral?
- ¿Cuál de los dos generales es más capaz?
- ¿En quién residen las ventajas derivadas del Cielo (el clima) y de la Tierra (el terreno)?
- ¿Cuál de los dos bandos aplica con más rigor la disciplina?
- ¿Cuál de los dos ejércitos es más fuerte?
- ¿En qué bando están los oficiales y los hombres mejor entrenados?
- ¿En cuál de los dos ejércitos existe una mayor diligencia a la hora de otorgar recompensas o imponer castigos?
Si se tienen en cuenta estos siete puntos mencionados, se puede vaticinar la victoria o la derrota.
El general que escuche mi consejo y actúe en consecuencia, será el conquistador. ¡Dejen que sea él quien se mantenga al mando! El general que no escuche mi consejo y no actúe en consecuencia sufrirá una derrota. ¡Que lo releven del mando!
Al mismo tiempo que se aplican mis consejos, se debe aprovechar también cualquier circunstancia favorable, por encima y más allá de las normas.
Los planes se deben modificar dependiendo de si las circunstancias son favorables.
Todas las guerras se basan en el engaño. Por consiguiente, cuando podamos atacar debemos fingir que somos incapaces de hacerlo, y cuando hagamos uso de nuestras fuerzas debemos fingir que estamos inactivos. Cuando estemos cerca debemos hacer que el enemigo crea que estamos lejos, y cuando estemos lejos debemos hacerle creer que estamos cerca.
Hay que engañar al enemigo con señuelos, fingir desorden en las tropas y aplastarlo.
Si todos los puntos del enemigo son seguros, es necesario estar preparado frente a él. Si su fuerza es superior a la nuestra, es necesario huir de él.
Si el temperamento del adversario es colérico, es necesario tratar de irritarlo. Finge que eres débil para que él se vuelva jactancioso.
Si el enemigo está relajado, no le des tregua, y si sus fuerzas están unidas, hay que dispersarlas.
Es necesario atacar al enemigo cuando no esté preparado y aparecer cuando menos te espere, sorprendiéndole.
Nunca se deben divulgar de antemano estas estratagemas militares que conducen a la victoria.
Ahora bien, el general que gana una batalla realiza muchos cálculos en su tabernáculo antes de entrar en liza. El general que pierde una batalla realiza pocos cálculos de antemano. Por tanto, realizar muchos cálculos conduce a la victoria y realizar pocos conduce a la derrota. ¡Y la derrota es segura si no se calcula nada! Puedo vaticinar quién vencerá o perderá prestando atención a este detalle.
FIN DE LAS PRIMERAS PÁGINAS…
Lee un Avance de este libro
Si no conoces las bases, los cimientos, que hacen que este libro sea una obra maestra del género, te animamos a que empieces a leer el avance que te hemos preparado en la página virtual de al lado. Haz scroll. Ahí encontrarás un breve prólogo que te dará algunas pinceladas sobre lo que vas a descubrir a lo largo del libro, al tiempo que va a reactivar en ti el interés por esta magnífica pieza.
A continuación, podrás disfrutar de los primeros capítulos, para que así, de primera mano, te des cuenta de la dimensión de la obra que vas a comenzar.
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